Lo llevamos not and o desde hace tiempo, y la tendencia cada vez está más clara: se llevan los wearables y cada vez van a estar más de moda. Tanto, que llegará un día en que llamarlos así casi dejará de tener sentido, porque la mayoría de nuestros accesorios estarán conectados entre sí de un modo u otro. Ahora le toca el turno a los cascos de motocicleta, que prometen ser todo un «hit» en el mundo de las dos ruedas. Al menos este nuevo proyecto que se encuentra en desarrollo promete ser espectacular, por lo que podemos ver en su vídeo de presentación.
https://www.youtube.com/watch?v=ZdcWd594lRw
El nombre del producto es, concretamente, Skully. Y su apariencia desde luego que no puede ser más futurista y ‘cool’. Pero no nos quedemos solo en la superficie. Los creadores afirman que el suyo es el casco «más inteligente», ya que será capaz de muchas cosas aparte de (por supuesto) proteger tu cabeza en caso de accidente. En concreto, posee una cámara que actúa a modo de retrovisor, y muestra en tiempo real información como el nivel de combustible de la moto, la velocidad a la que se circula, puntos de información vial como la presencia de gasolineras, etc.
Además, el casco se conecta por Bluetooth al teléfono móvil, permitiendo hacer y recibir llamadas, escuchar música o conectarse al GPS para mostrar información. En caso de que haya problemas de conectividad (lo que puede pasar si se circula por sitios de escasa o nula cobertura) el casco también puede almacenar información cartográfica de forma local.
La batería del casco dura alrededor de 9 horas después de una carga completa, y cuenta con todas las certificaciones pertinentes para utilizarse en carretera. Ante tales atractivos no es de extrañar que este proyecto haya conseguido llamar la atención de cientos de inversores deseosos de probar el invento antes que nadie. De hecho los creadores buscaron financiación a través del micromecenazgo en Indiegogo, y en pocos días consiguieron nada más y nada menos que 800.000 dólares (y subiendo), triplic and o de ese modo sus necesidades de inversión mínimas.
El precio de salida para los clientes finales es de 1.399 dólares, que de momento tendrán que esperar un poco hasta poder disfrutarlo en persona.