Junto con los relojes inteligentes las gafas son seguramente el wearable más deseado del mercado en estos momentos. La paradoja está en que el primer modelo comercial que se presentó en su momento, las Google Glasses, tienen ya dos años de existencia y el mercado no acaba de arrancar todavía en este sector, mientras que los smartwatches ya han tomado definitivamente la delantera a partir de este verano (sobre todo tras la puesta de largo del modelo de Apple). Sin embargo ese escenario parece que está muy cerca de cambiar, gracias al empuje del resto de empresas que han ido a rebufo de Google en este sentido, y que pueden tomar la delantera en pocos meses si el gigante americano no espabila y apuesta más fuerte por uno de sus productos estrella.
De momento las gafas de Google se pueden comprar sin problemas en Estados Unidos y Reino Unido (y dentro de poco también en Canadá), aunque han pagado el pato de ser un producto pionero. Ha habido gente que no se ha atrevido a comprarlas o a llevarlas mucho por la calle porque «dan el cante» demasiado, y hace que todo el mundo se pare a observar con curiosidad a quienes las llevan puestas. Por ello la compañía ya ha trabajado en un nuevo diseño que las convierta en más estéticas y camuflables, como si tratara de gafas convencionales. Parece que su lanzamiento en el resto del mundo será a principios del año que viene, pero aún no hay fecha fija.
Las Sony SmartEyeglass, como se puede comprobar en la fotografía que aparece a continuación, tampoco son precisamente discretas, pero aseguran que su pantalla es mejor que la del modelo de Google, ya que no oculta lo que hay detrás de la pantalla. Su lanzamiento podría producirse en marzo del año próximo.
Por su parte, Samsung prepara el lanzamiento de las Samsung Gear Blink. No se sabe mucho aún de este modelo, pero podría incorporar una interesante patente de la compañía coreana, con la que se podría escribir en el aire con un teclado ficticio que veríamos a través de la lente, mientras que la cámara de las gafas reconocerían el movimiento de nuestros dedos.
La competencia en el mercado de las smart glasses promete dar muchos titulares. Abróchense los cinturones.