Microsoft ha presentado recientemente un nuevo producto que, si cumple lo que promete, puede ser toda una revolución en el ámbito de la realidad virtual y el diseño en tres dimensiones. Se trata de las gafas holográficas Holo-Lens, que buscan sumergir al usuario en un mundo mitad real, mitad virtual, us and o aplicaciones de realidad aumentada.
Este dispositivo tiene forma de casco inalámbrico, y consiste en crear ilusiones holográficas en el campo de visión del usuario, que además podrá incluso «tocarlas» e interactuar con ellas como si se tratara de una pantalla táctil de una tableta. Esta es precisamente la principal diferencia entre este modelo de gafas y otros dispositivos de realidad virtual como Oculus Rift, que no permiten interactuar con las imágenes que genera. El dispositivo, por otro lado, forma parte del nuevo sistema operativo de Microsoft, Windows 10.
No obstante de momento habrá que esperar un poco hasta ver este revolucionario aparato en el mercado, ya que se prevé que no esté listo hasta finales de este año. La idea de los responsables de Microsoft es que este aparato estimule la creación de un nuevo tipo de software holográfico que dote de contenido y de aplicaciones a este hardware.
Holo Lens está diseñado por el mismo equipo de ingenieros que ya desarrolló en su día el sistema de Kinect para Xbox. El líder del proyecto, Alex Kipman, se ha encargado de aclarar durante una presentación del producto en la sede de Microsoft que el artefacto funciona como una especie de gafas que cubren la vista con un lente transparente y a partir de sensores puede reproducir imágenes holográficas sobre una imagen real captada por el ojo.
Además, también aclaró que Holo Lens funciona de manera autónoma, independiente de otros dispositivos como ordenadores, tabletas o teléfonos móviles.
Este producto ha generado mucho «hype» tras su presentación, sobre todo después de ver en un vídeo sus posiblidades. Pero precisamente por ello algunos han hecho una llamada a la cautela, ya que más de uno podría haberse creado unas expectativas demasiado altas que luego se podrían ver truncadas de forma muy fácil. Habrá que estar atentos.